El dolor en las articulaciones es uno de los síntomas más comunes entre los que toman inhibidores de la aromatasa (IA) como tratamiento hormonal. Mientras que en algunos casos los síntomas pueden ser leves o moderados, en otros puede limitar las actividades de la vida diaria, el desempeño de su profesión o incluso la convivencia con la familia. Sin embargo, las investigaciones han demostrado que hay una serie de opciones eficaces para manejar y aliviar el dolor, convirtiéndolo en un tratamiento menos perturbador.
Dado que los IA previenen la recidiva del cáncer de mama, minimizar los efectos secundarios comunes, como el dolor articular, es crucial para obtener beneficios a largo plazo. En este blog, hablaremos de las distintas formas de afrontarlo y veremos algunas soluciones prácticas para este tipo de síntomas. También hablaremos de lo que hay que hacer en caso de que no sea posible controlar el dolor y sea necesario adoptar otro enfoque.
Hacer un seguimiento de sus síntomas y como varían con el tiempo es más fácil que nunca con la aplicación OWise. Gracias a la función de tendencias, podrá visualizar cómo cambian sus síntomas a lo largo del tiempo. Tener más información al alcance de su mano, puede ayudarle a mejorar la comunicación con su equipo de atención médica y asegurarle que recibe la mejor atención posible. Descargue la aplicación gratuita hoy mismo.
¿Qué son los inhibidores de la aromatasa (IA)?
Los inhibidores de la aromatasa son un tratamiento que se prescribe a los pacientes con cáncer de mama con receptores hormonales positivos. Receptor hormonal positivo significa que las células cancerosas crecen en respuesta a las hormonas de estrógeno y/o progesterona. Los inhibidores de la aromatasa suelen recetarse como terapia adyuvante (después de la cirugía) a mujeres posmenopáusicas para ayudar a reducir el riesgo de reaparición del cáncer. Este medicamento está en forma de comprimido y suele tomarse una vez al día durante un periodo de entre 5 y 10 años.
Los tres tipos principales de IsA son:
- Arimidex® (anastrozol)
- Femara® (letrozol)
- Aromasin® (exemestano)
[3]. Sin embargo, como veremos a continuación, el dolor articular es uno de los efectos secundarios más comunes.
La biología del dolor articular
En la mayoría de los pacientes, los episodios (de síntomas de dolor articular) eran de intensidad leve a moderada y no requerían la retirada del tratamiento -Budzar et al., 2006 (speaking about the ATAC Trial) [6]
Formas de gestionar el dolor articular
Antes de explorar estos métodos, recuerde que, si experimenta dolor en las articulaciones debido a la terapia hormonal, o por cualquier otra causa relacionada con el cáncer de mama, utilizando la aplicación OWise para el cáncer de mama puede hacer un seguimiento de cómo cambian durante el tiempo. En la función de tendencias, puede introducir la intensidad del dolor a lo largo de la semana, el mes o el año y revisarlo en cualquier momento. Pruebe a incorporar las siguientes sugerencias en su rutina y observe cómo cambian sus niveles de dolor.
Incorporar ejercicio
[10]. Una de las investigadoras de este estudio, la Dra. Melinda Irwin, dijo:
“En este estudio, descubrimos que el ejercicio mejora el dolor articular, el efecto secundario más común del uso de inhibidores de la aromatasa.” -Dr. Melinda Irwin,directora asociada del Centro del Cáncer de la Universidad de Yale [10]
Entonces, ¿qué tipo de ejercicios son los más eficaces? A continuación, dejamos algunas variantes que pueden ayudar con el dolor articular:
- Salir a caminar
Salir a caminar con regularidad puede ayudar a ejercer una leve presión sobre las articulaciones de las rodillas y los tobillos fortaleciéndolas. También le puede ayudar a perder peso, lo que reduciría la presión constante sobre las articulaciones cuando está de pie o caminando.
- Ejercicios de fuerza con peso
- Yoga y Pilates
La cantidad de ejercicio que hagas también marca la diferencia. Es posible que, desde el periodo de tratamiento activo, su capacidad de ejercicio no sea la misma que antes y sus límites hayan cambiado ligeramente. Esto es muy natural, y encontrar qué nivel de ejercicio es cómodo y razonable para usted, forma parte del proceso de adaptación. Recuerde, aunque puede ser bueno superar esos límites, es más importante encontrar una nueva normalidad que sea sostenible para el ejercicio regular. Puede que sus paseos no sean tan largos ni las sesiones tan intensas, sin embargo, hacer ejercicio de forma moderada y constante ayudará a largo plazo a las articulaciones evitando lesiones innecesarias.
Puede ser buena idea empezar este tipo de ejercicios antes de experimentar dolor articular o incluso antes de tomar la medicación. De este modo, ya estará protegiendo las articulaciones. Asimismo, la tensión que sufren las articulaciones durante el tratamiento, los síntomas de dolor y rigidez no siempre desaparecen una vez finalizado el tratamiento. Por lo tanto, cuanto antes empiece a hacer que esto forme parte de su rutina, más eficaz será.
Ajustes en la dieta
Ligeros cambios en la dieta pueden ayudar a controlar el dolor articular cuando utilizan inhibidores de la aromatasa. A continuación, presentamos algunas sugerencias que pueden tener un beneficio a largo plazo:
- Pérdida de peso
- Calcio y la vitamina D
Añadir o cambiar medicación
Si sus síntomas son temporales y no demasiado intensos, podría considerar el uso de medicamentos para aliviar el dolor. En caso de utilizar antiinflamatorios, asegúrese de hablar primero con su médico sobre qué tipo y qué dosis es adecuada, por si pudiera crear interacciones con su medicación actual.
- Paracetamol
- AINEs (por ejemplo, ibuprofeno)
- Analgésicos opiáceos (por ejemplo, morfina)
Como se ha descrito anteriormente, hay tres inhibidores de la aromatasa distintos, aunque todos tienen el mismo propósito de intentar reducir la recurrencia de cáncer, son ligeramente diferentes y afectan a los pacientes de forma distinta. Por ello, el simple hecho de cambiar de un IA a otro, puede ser un potente remedio para el problema de dolor articular.
“En pacientes intolerantes a un IA, el cambio a otro permite que se continúe la terapia y maximice el tratamiento adyuvante hormonal. Además de ofrecer beneficios en los resultados de la enfermedad” –Briot et al., 2010 [15]
Asegúrese de mantener a su médico informado sobre la evolución del dolor articular. De esta manera, si el dolor se vuelve muy intenso, tendrán tiempo para considerar otro IA y crear un nuevo plan de tratamiento personalizado. También habrá menos tiempo entre la administración de los medicamentos, lo que se traduce en un período de interrupción más corto y una baja probabilidad de reaparición del cáncer.
Enlaces útiles
Breastcancer.org: Aromatase Inhibitors
Breastcancer.org: Bone and Joint Pain
Cancer.org: What are the Risks and Side Effects of Aromatase Inhibitors?
Referencias
[1] Francis, P.A., Regan, M.M., Fleming, G.F., Láng, I., Ciruelos, E., Bellet, M., Bonnefoi, H.R., Climent, M.A., Da Prada, G.A., Burstein, H.J. and Martino, S., 2015. Adjuvant ovarian suppression in premenopausal breast cancer. New England Journal of Medicine, 372(5), pp.436-446.
[2] Geisler, J., Haynes, B., Anker, G., Dowsett, M. and Lønning, P.E., 2002. Influence of letrozole and anastrozole on total body aromatization and plasma estrogen levels in postmenopausal breast cancer patients evaluated in a randomized, cross-over study. Journal of Clinical Oncology, 20(3), pp.751-757.
[3] Freedman, O.C., Fletcher, G.G., Gandhi, S., Mates, M., Dent, S.F., Trudeau, M.E. and Eisen, A., 2015. Adjuvant endocrine therapy for early breast cancer: a systematic review of the evidence for the 2014 Cancer Care Ontario systemic therapy guideline. Current oncology, 22(Suppl 1), p.S95.
[4] Beckwée, D., Leysen, L., Meuwis, K. and Adriaenssens, N., 2017. Prevalence of aromatase inhibitor-induced arthralgia in breast cancer: a systematic review and meta-analysis. Supportive Care in Cancer, 25(5), pp.1673-1686.
[5] Younus, J. and Kligman, L., 2010. Management of aromatase inhibitor–induced arthralgia. Current Oncology, 17(1), p.87.
[6] Buzdar, A.U., 2006. Clinical features of joint symptoms observed in the ‘Arimidex’, Tamoxifen, Alone or in Combination (ATAC) trial. Journal of Clinical Oncology, 24(18_suppl), pp.551-551.
[7] Felson, D.T. and Cummings, S.R., 2005. Aromatase inhibitors and the syndrome of arthralgias with estrogen deprivation. Arthritis & Rheumatism, 52(9), pp.2594-2598.
[8] Pineda-Moncusí, M., Servitja, S., Tusquets, I., Diez-Perez, A., Rial, A., Cos, M.L., Campodarve, I., Rodriguez-Morera, J., Garcia-Giralt, N. and Nogués, X., 2019. Assessment of early therapy discontinuation and health-related quality of life in breast cancer patients treated with aromatase inhibitors: B-ABLE cohort study. Breast cancer research and treatment, 177(1), pp.53-60.
[9] Lu, G., Zheng, J. and Zhang, L., 2020. The effect of exercise on aromatase inhibitor-induced musculoskeletal symptoms in breast cancer survivors: a systematic review and meta-analysis. Supportive Care in Cancer, 28(4), pp.1587-1596.
[10] Arem, H., Sorkin, M., Cartmel, B., Fiellin, M., Capozza, S., Harrigan, M., Ercolano, E., Zhou, Y., Sanft, T., Gross, C. and Schmitz, K., 2016. Exercise adherence in a randomized trial of exercise on aromatase inhibitor arthralgias in breast cancer survivors: the Hormones and Physical Exercise (HOPE) study. Journal of Cancer Survivorship, 10(4), pp.654-662.
[11] Perfectly Pilates. 2017. Soothe Painful joints with pilates. [online]. Available at: https://perfectlypilates.co.uk/soothe-painful-joints-with-pilates/
[12] NHS. 2019. 12 tips to help you lose weight. [online]. Available at: https://www.nhs.uk/live-well/healthy-weight/12-tips-to-help-you-lose-weight/
[13] Taylor, M., Rastelli, A., Civitelli, R. and Ellis, M., 2004. Incidence of 25-OH vitamin D deficiency in patients with a history of breast cancer who have musculoskeletal symptomatology. Breast Cancer Research and Treatment, 88.
[14] NHS. 2020. Vitamins and Minerals. [online]. Available at: https://www.nhs.uk/conditions/vitamins-and-minerals/
[15] Briot, K., Tubiana-Hulin, M., Bastit, L., Kloos, I. and Roux, C., 2010. Effect of a switch of aromatase inhibitors on musculoskeletal symptoms in postmenopausal women with hormone-receptor-positive breast cancer: the ATOLL (articular tolerance of letrozole) study. Breast cancer research and treatment, 120(1), pp.127-134.